sin ahogarme,
respirar contigo
sin que me falte
el aire.
Conocerte
y no cansarme,
si te miro, verte
y en el asombro
de mi sueño realizado
de encontrarte.
Admirando tus ojos
me pierdo en ellos,
en tu mirada tranquila,
amable,
acogedora
a mis miedos.
Miedo de amar de nuevo,
de sentirnos,
de si te pierdo.
Me serenan tus caricias,
tus palabras,
tus esfuerzos
por asomar mi sonrisa,
cuando por dentro
entristezco.
Viendo tu orgullo
morir
entre mis brazos,
por encima
de mi cuerpo
se te resbalan las manos.
Apaciguas mis
deseos de tenerte,
me llevas a la dulce espera,
haciéndome el gozo
continuo,
constante,
gradual,
hasta perderme
en tu sentirte.
Después la calma,
la paz,
el descanso,
el encuentro de las almas,
el arropo entre tus alas,
en una buena noche.
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