Doblegar los huracanes

Sólida fuerza que inspira
a mantener los pilares
y conseguir con ternura
doblegar los huracanes,

esos que te zarandean

cuando por tu puerta sales.

Energía que nos nace
para dominar los egos,

los que llevamos por dentro

o los de mundos ajenos,
los que brotan de repente
sacando del corazón lo negro.

Serenidad impetuosa
que retiene al león fiero,
espíritu eterno amando
capaz de vencer los miedos,
obstáculos y resistencias
con manos de terciopelo.

Energía permanente
que sin esfuerzo sujeta
situaciones complicadas
y así el amor se orea,
la inteligencia se expande
y la razón sana campea,

doblegando huracanes

que de la nada se acercan.

Ahora arriba, ahora abajo

Oportunidad y sorpresa
hay en lo desconocido,
aunque a veces nos de miedo
tanto cambio en el camino,
oportunidad forzada
para aprender de los sinos,
porque hay veces que nos cuesta
abrir puertas o pasar hojas de un libro.

Descubre los abrazos al cambio,
rueda por los escondrijos,
da una vuelta y vuela alto
igual que en la noria un niño,
que cuando sube se ríe
y cuando baja da un grito.

Ahora arriba
ahora abajo,
y luego en un remolino,
así que súbete en marcha
al círculo del destino,
queriéndote en lo que eres
y a los baches del camino. 

Dadora de momentos

Expande su dicha
igual que el viento
expande semillas,
como la abejas
el polen de vida
o la luz del sol
nos regala el día.

Sonríe a las gentes
como si no hubiera daños
ni en el pasado 

ni en el presente,
creyendo en el amor
limpio y consciente,
porque es en el que nada
y en el que crece.

Acoge tu llanto
y lo suaviza,
transformando en belleza
cualquier desdicha,
sensible, tierna,
generosa y expresiva,
te alcanza su rostro
y su voz comprensiva.

Tú tienes ese alma,
aunque la esquivas
así que corre a encontrarla
en recuerdos y caricias,
atrayéndola de nuevo
a todo lo que hoy vivas
y recuerda recordarla
porque ella es tu guía,
la dadora de momentos,
de indulgencia
y de buena vida.

Costilla ajena

No quiero ser cacho

de alguien a medias,
no acepto barreras

que rompen y frenan,
ni manos que opriman
ni mentes estrechas,
ni fuertes que pisan,
ni lenguas enfermas.

No somos costilla ajena
que deba pleitesía
por comer manzana tierna,
doblegándose al destino
por haber nacido ellas,

que ni tú eres un Adán

ni soy yo Eva,

que no hacen falta los edenes

en los que yo solo sea 

la pecadora eterna.

Me quedo suelta,

danzando a mí manera

aunque para ti lo de suelta

sea ser guarra ,

y provocadora cerda

a la que profanarla

entra en tus esquemas.

Atrapasueños

Atrapada en un sueño
que no es el mío,
convertido en pesadilla
por las artes del destino,
sueño que transcurre lento
siendo duro y sin sentido.

No quiero el sueño
pero en él vivo,
sin saber cómo acabarlo
sigo buscando el camino,
en el que el barro sea agua
y pueda nadar en alivio.

No quiero la pesadilla
en el que se mete el llanto
por un te quiero no dicho
o un abrazo no dado,

un conflicto no resuelto,

que se me antoja insensato,

porque condena al amor

que nos nace innato. 

Y el atrapasueños perdido

dejó de hacer su trabajo,

que es atrapar pesadillas

para dejar sueños sanos
 y solo quiero que el juego

del atrapasueños perdido,
acabe por la mañana

y todo cobre sentido.

Un "perdón ama, te quiero"
en el medio del conflicto
alivia este mal sueño,
este rumbo retorcido

que coge un adolescente

y le sigue el desatino.