Empieza o termina

Rompe esquemas,

batallas perdidas,
lanzándose a nuevas
que nadie adivina,
igual que en el circo

vuela un trapecista

sin red en el suelo

por si cae a la pista,

alarma al público

con su arriesgada vida.

Ser impulsivo

fresco y abierto,

que aunque loco parece

sólo es libre por dentro

y en un carnaval continuo

cobra vida el ser muerto,

creando nuevos destinos

dejando atrás los viejos,

volviendo a la infancia perdida

o al adolescente intenso,

porque no se sabe si termina

o empieza un nuevo.

Empieza o termina
la vida entre sueños,
despojándose de ataduras
y también los dueños.

Y aunque no parezca
está en su sitio,
entre incongruentes gestos
sin lugares definidos,
rompiéndonos los esquemas
y carente de prejuicios
para impulsar a lo que venga
andando por el precipicio.

Soledad querida

Soledad querida

deslizando sus pasos
por este finito mundo,

adentrándote de pleno
en tu abismo profundo.

Soledad querida

que con canas enseña
una gran sabiduría
y aunque en báculo apoya el cuerpo
aún puede mecer tu vida
entre sus saberes,
sus profundas simas,
sus propios cortejos
y el amor por los montes solitarios

que te llevan a grandes cimas.

Soledad querida
que alegra heridas,
cura inquietos momentos

y hasta puede salvar vidas

de los que aún se hacen daño

y de quererse se olvidan.

Soledad querida,

que entre los susurros
de un aliento suyo,
eliges y valoras
en humilde ayuno
de las grandes fiestas
o del ruido inmundo.

Soledad querida

que te deja disfrutar

de tu propia voz abastecida.