miércoles, 19 de septiembre de 2018

Como los de antes

Niño como los de antes
feliz con sus caballitos,
con sus motos,
con sus ruedas,
haciendo ruidos continuos,
como si un avión volara
o un camión llevara un bicho.

Con dos dientes ya cascados
por las artes de ser crío,
come lo que hay en la mesa
y bebe el agua por sí mismo,
llama por su nombre al mundo
y el mundo le hace su sitio.

Como un niño está viviendo
sin móvil en los bolsillos,
sin videojuegos o historias
que le atolondren su sino;
vive jugando con sus camiones,
con sus ruidos y sus sentidos
y en su personalidad marcada
va haciendo su propio camino.

sábado, 15 de septiembre de 2018

Torpe quiebro

eohpoesía

Danzando alegrías
nos mueven los pasos
me guías con diestra
y enérgica mano,
meciendo tu instinto
en el mientras tanto.

Te vi al momento
en el primer cambio,
en mirada furtiva
hecha de soslayo,
porque las patas cortas
nunca dieron grandes saltos
y aunque torpe en lo que veo
eso resultó muy claro,
me di cuenta en el instante
en que cogiste otras manos.

Torpe quiebro
que me lo dejó claro,
juego de juegos
anteriormente bailados,
tontas las vueltas,
los giros y arrimados,
torpe quiebro
en un torpe momento
totalmente innecesario,
porque de amores furtivos
tengo el tiempo ya pasado
y jugar a conquistadores
mes resulta absurdo
además de trasnochado.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Ausencia

eohpoesía

Ausencia arrogante
que apaga un consuelo,
ausencia carente
de estímulo tierno,
convertida en prepotencia 
incomodando el momento.

Ausencia engreída
que estimula enredos,
sapiencia altiva
que define lo que es cierto,
borrachera de juzgar
lo que no se sabe si es verdad
o simplemente su cuento.

Exigencia desentendida
voraz de imponer criterio,
sin mirarse al ombligo
determina en comadreo,
lo que es malo,
lo que eres y no eres
y lo que está sucediendo.

Y por justificar la ausencia,
la opresión sale al juego
que por defenderla a ella,
con la exigencia pone el velo
para que al clavar la daga
parezca que es un invento
de quien queda moribundo
arrodillado en el suelo
por la puñalada de la ausencia
que ríe por sus adentros.