Enorme ola

Una vida llena a las espaldas
con muchos años vividos
entre una barra, vasos y tazas,
compartidos todos ellos
con la persona adecuada
y en el ahora, añorada.

Nueve décadas repletas
de hermanos y hermanas,
quedando algunos de ellos
en los rincones del alba
esperando a que los demás vayan
para que en el encuentro de almas,
rían y cuenten en eterna calma.

Hijos, nietos y biznietos
a su alrededor bailan
encantados con vivir
a la gran mujer que aman,
sorprendidos de su fuerza
que la impulsa a estar en danza.

Nueve décadas vividas,
nueve que ya sobrepasa
esta pequeña mujer
grande en su estela dejada,
como una enorme ola
llena de espuma adornada.

Sumamos

Sumamos dos
a pesar de los vientos
que desfavorecen a las velas
tejidas con respeto y tiento...

y por cierto,
sumamos y sigue el tiempo,
en el que acoplamos carácter,
dimes, diretes, verbos

y en ocasiones entuertos.

Seguiremos sumando
hasta el séptimo invierno,
que dices que es cuando cambian
los aires por el adentro
y renovarse se antoja
un hecho sin más remedio.

Yo quizás discrepe de ello

y si hay que sumar,

sumaremos de nuevo,
porque sin los dos saberlo
llevábamos sumados

los años de embudo estrecho.

Sumaste cuando nos revimos
y tenías hecho el sueño,
a por él fuiste sin pausa
porque tú eras el dueño,
dueño del sueño, de tu vida,
y hasta de querer mecernos.

Para ello sumaste, 

paciencia, tiempo 

y esmero,

como ola impetuosa
entraste libre en mi puerto

para quedarte dentro.

Tú sumaste,

así que sumemos...

sean dos, cuatro, siete

o lo que deje el tiempo.

Mujeres

Mujeres de telas rasgadas
por las uñas del maltrato,
mujeres que dejaron historia
a quien pasó por su lado.

Mujeres valientes en su entrega
adelantadas a sus tiempos,
mujeres que rompieron barreras
y callaron necios.

Mujeres costureras o matronas
trabajando sin aliento,
mujeres que merecen honra
y alfombra roja en el suelo.

Mujeres dejadas de lado
que recogemos al nuestro,
mujeres que estuvieron muy sanas
en su locura por dentro.

Mujeres que rompisteis muros
los que ahora van creciendo
si no paramos los aires
de lo rancio del momento,
mujeres, 

alzamos vuestra voz al viento
porque por nuestra lucha
dejasteis la vida en ello.

Me gustaría tanto

Me gustaría saber
de tus recovecos blandos,
esos que escondes
por no mostrarlos

al creer que con ellos

vulneras tu ser guardado.

Me gustaría verte hablando
de lo que piensas de ti
cuando no te están mirando,
sí, ¡me gustaría tanto!

En tu infelicidad ancestral
te sientes inseguro,
en la felicidad actual
un hombre hecho y maduro
y si me preguntas que me gustaría,
sería contemplar
que la parte animal
no derrote tu sabiduría.