La pantalla

Tras una pantalla esperas
que se encienda la luz de la lujuria,
esa que el telón eleva
para escenas de pasión que en ella buscas.

Te preparas para show que te enardece
buscando compañera de fatigas
te da igual quien allí acontece,
solo buscas rienda suelta a tu renuncia.

Desabrochas lentamente su vestido,
con palabras la llevas al desnudo
aparecen frente a ti sus tersos pechos
rozando sus pezones con suspiros
que la llevan a querer estar de frente
a tus ojos que la comen los sentidos.


Y sus manos en los pechos hinchados
provocan en ti un relamido
tocando con las tuyas tus valores
para darle a la ocasión su realismo
e imaginas que son las que ella tiene
tocando sus rincones escondidos.

Se asoma el vello de su pubis
mojado por sus dedos entendidos
que para darse placer a una misma
se ve que tienen su camino recorrido
y eso a ti te hacen pensar, zorra,
te entraría con todo mi fruto enloquecido.

Manejando sabias las posturas
en la que la ves el rojo inflamado
que fluye por su entrepierna acalorado
dando el golpe final con un gemido
con el cual te sientes impregnado
y aceleras el ritmo de ti mismo
llegando al éxtasis provocado
por la puta que tienes en tu abismo.