martes, 2 de marzo de 2010

Letargo


Tus cerradas puertas,
una leve brisa de encuentro abrió
y las fuertes barreras de tus fronteras
se elevaron por un rato, de emoción.


Tan leve y suave fue el viento
que de nuevo se cerró la puerta ,
de nuevo bajaste la barrera
de tu frontera.


Quien cierre puertas,
que se quede encerrado,
quien levante muros,
que se quede sitiado,
quien cierre fronteras,
que se quede aislado,
¿hasta cuando?
hasta que su alma libre
pueda de su letargo sacarlo.


Para las almas cerradas, mi Ángel de la Guarda.

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