miércoles, 6 de enero de 2010

Desgarrando mi alma


Hoy no escribiré en verso
ni buscaré una rima
que enmarque mis palabras,
solamente escribiré
como me siento detrás
de todo lo que soy.

Detrás de cada una
de esas mascaras
que turban mi realidad,
detrás de todos
esos filtros
que protegen mi integridad.

Detrás de todo menos de mí,
sí de mí, de un ser
que solo piensa en sí mismo...
bueno, a su manera.

Un ser creado al antojo de cada necesidad,
de cada pensamiento,
de cada momento,
de cada instante.
Soy lo que queráis que sea.

Aire...
cuando el vinto sopla.
Agua...
cuando llueve.
Luz en la oscuridad.

Soy un leve susurro 
que quema por donde pasa, 
una caricia que hiere, 
soy lo que no merecéis... 
pero necesitáis.

Es difícil para mí
abrir mi alma, 
estar desgarrando
mi alma,
decir que a veces
me siento tan superior
que hasta tengo celos de mí.

Soy egocéntrico,
a veces egoísta,
sin embargo,
doy sin que me pidáis,
doy más de lo que recibo,
pero lo doy por mí,
para mi disfrute.

Ayer mi vida se volcó,
me di cuenta que...
no puedo seguir así,
por lo que venderé mi alma,
venderé mi parte al diablo
a cambio de la sonrisa
de tu luna,
venderé mi alma a la noche
a cambio de un amanecer
junto a tu pelo negro. 

Cambiaré mi ego por escuchar 
a quien de verdad lo necesite,
ocultaré lo malo,
dejaré paro  a lo bueno...
pero sin máscaras,
no quiero que nadie sufra por mí.

No quiero que una caricia
en la noche muda
llene ríos de sangre,
ríos que desembocan
en la soledad de mi mar.

No quiero sentir
como sufres en mi lejanía,
no quiero que la distancia
sea tu muerte,
no quiero...
y sí deseo el calor
de tus gemidos.

El sentir de tus caricias,
las risas de tu pelo
embriagadas de sonrisas
de mi pecho,
deseo todo lo que me das,
todo lo que descubrimos juntos,
lo que compartimos,
todo y sin máscaras.

Tu Angel de la guarda

2 comentarios:

  1. ¿Cómo crees que puede doler
    una caricia en la noche muda
    aunque lleve rios de sangre,
    si es tan deseada
    que poco importa su dolor
    aún sabiendo que desembocará
    en la soledad?

    Se hace más leve el sufrimiento
    si es compartido por dos
    aún sintiéndolo uno porque
    la carga pesa menos.

    La distancia que amenazante
    nos separa, hará más grande
    el calor de mis gemidos bajo
    el sentir de tus caricias.

    Esperaré a que el tiempo
    haga un pacto con el diablo
    para recibir
    ese leve susurro que quema
    y al que tanto, tanto añoro...

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  2. No sé qué sea más desgarrador... tus palabras o las imágenes que has elegido para acompañarlas.
    Lo que sí sé es que... el amor cuando no se tiene cerca es la caricia que más duele.
    Hoy de viento,
    Peregrina.

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