sábado, 30 de diciembre de 2017

Me quedo

Quedo,
aunque sola y escondida
como se esconde la noche
cuando aparece el día.

Y por quedarme
a veces muero
cuando sangra la herida,
abierta en cada momento
en el que pudiendo estar
no estoy
y sola me quedo.

Las manos del dolor
alejan el encuentro,
las zarpas del egoísmo
rompen por dentro
y mientras rasgan sus uñas
permanezco en el centro
como queda un cristiano
ante leones expuesto,
con un cesar que se erige
en el juez de su tiempo.

Quedo,
sin más que hacer me quedo,
esperando mendrugo de pan suelto,
el que no quiere la gula
ni el voraz ego...
por ti,
por mí,
aquí me quedo
para estar contigo cuando podemos.

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