jueves, 24 de diciembre de 2009

Guardada


Tal vez tus palabras
me hagan enmudecer,
tal vez tus letras
la tinta de mi pluma sequen,
al no poder responder
con mis versos
a los tuyos que estremecen.

Quién sabe,
o quién sabrá

solo el tiempo 
que marcan tus poemas
algún día lo dirán,
hasta entonces
mi alma de hombre 
muda y a la espera,
guardada en mi casa roja,
por ti permanecerá.

3 comentarios:

  1. Háblame en silencio,
    no emplees palabras.
    Respeta el encanto,
    no rompas la magia
    del dulce coloquio
    de tu alma y mi alma.
    Háblame en silencio
    ¡no emplees palabras!

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  2. En el silencio de un secreto que guarda el corazón, en ese silencio siempre es posible escuchar la verdad que no se puede guardar, el amor que no se sabe callar.
    Bellísimas como siempre vuestras palabras.
    Deseando silencios que griten amor,
    Peregrina.

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  3. Si tu alma enmudece
    déjala, ssschh…
    no la despiertes
    que no vuelva a buscar
    lo que ya no le pertenece.

    El tiempo hará que
    olvide y olvidaré,
    hará que vuelva a
    soñar y soñaré
    reviviendo
    sueños del ayer.

    Porque la vida siempre
    fue, es y seguirá siendo
    JUEZ.

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