Quizás despierten

Como una parte de mí misma,
desprendo los hilos que me atan,
el cordón umbilical que a ellos me unía,
se desprende de mí
la caduca obligación
como parte de mi misma.

Y en el miedo al cambio
me hago la valiente,
a la soledad que me viene
le hago frente,
observando las presiones de la mente
y me desprendo de unos brazos,
que a día de hoy están ausentes,
para remar en la barca
que zozobra a la deriva,
con las olas se pelea
y a las rocas esquiva.

Quizás la mar
les despierte del letargo,
de la comodidad
de verme a mí remando,
quizás una bocanada de mar brava
les haga encontrar el sentido
al abrazo de almas que les pido.

Tiempo de decisiones duras, fuertes y necesarias.