quedándose el pensamiento abatido,
casi muerto,
colgado de recuerdos
de lo que parecía ser cierto
no siéndolo.
Dolientes momentos
injustos y necios,
carentes de sentido,
de algo de acierto,
momentos confusos
sin encontrar consuelo
que claman cordura
entre tanto desconcierto.
La mente confundida
y el corazón abierto
en otra profunda herida
que crea desasosiego,
acorralando a la paz
que pide su sitio pleno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dedicar tu tiempo a este blog y compartir tu opinión