martes, 22 de octubre de 2013

Te marchitabas

eohpoesía
Extraño tu letra perfecta,
tu sombra recta.
tu caligrafía inmaculada,
redonda y cuidada,

Recuerdo tu cariño
que asomaba de dentro
y pasando el tiempo
extraño aún más tu sonrisa,
tus ojos y tus versos
recitados con acierto.

Mirando tu recuerdo me quedo,
esperando que perdones
cuando no supe hacerlo,
cuando desvelé tu sueños
y te dolí en tus adentros.

Y maldigo los momentos
en los que no te rescaté del cieno
en el que estabas metido
por elegir un camino 
que te pesó tanto 
y te dejo muerto.

No supe hacerlo,
no supe enfrentarme,
ni defendí lo que siento,
no luche contracorriente
quedándome en cobarde y necio,
no hice por sacarte de aquello.

Encerrado el ruiseñor
fuiste muriendo,
arrinconado por las tempestades
de la siembra de sus vientos,
el árbol viejo fue cayendo
sin la compasión de los dolores
que hicieron leña 
y avivaron fuegos.

Con mis brazos cruzados
tú te marchitabas
soñando sacar a tu amada,
de aquel lugar feo,
yo me quedé en nada,
bajé la mirada
y cerré mi aliento,
tú te marchitabas
mientras yo era el muerto.

Después de los años

Me pidió ayuda,
la agarré la mano
y volamos juntos
como dos hermanos,
creyendo en la amistad
que pusieron nuestros pasos.

Compartí mis sueños,
ella puso el abrigo,
yo puse el vuelo
e incluso el destino
y las dos juntas hicimos camino,
con su arropo para el frío
y mi todo en los bolsillos.

El ego inquieto
que todo lo mancha
asomó en sus ojos
y en su mirada,
le comió por dentro,
se la devoraba
y escupía dardos
que me envenenaban.

Y cuando el dolor
de ver su alma olvidada
era mayor que lo que daba,
escapé corriendo
a salvar mi calma
para que los egos
no me la atraparan.

Quedaron los desvelos,
las promesas rotas,
el vuelo muerto,
las manos atadas
y el corazón quieto,
dejando de latir
por un momento
al sentir que un lapsus
se quedó con lo nuestro,
lapsus traicionero
que me acariciaba
mientras empujaba 
el cuchillo dentro.

Descuido de amigo,
amigo delgado
cuando pasa el tiempo
después de los años
nada quedó bueno,
todo empantanado,
feo,  mugriento
y hasta ensangrentado.

jueves, 3 de octubre de 2013

Si lees mis versos

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Si lees mis versos
se mueven las letras,
balanceando los sueños
que en ti albergas,
para que cuando los veas
por dentro se metan,
te muevan momentos
quitando asperezas,
rodando felices
por tus huecos
y tus venas.

Coloca mis versos
donde tú más quieras,
desprende silencios
y salta hacia fuera,
que las locas palabras
se escapen de veras
y te mire el mundo
como a una tarde con sol
de una bella primavera.

Por tu sonrisa
me quedo contenta,
por un cumplido
se me enciende 
la ocurrencia 
y con las palabras
la vida se expresa.