martes, 16 de febrero de 2010

Carta a mis compañeros de viaje


Se esperan cosas diferentes de una madre, pero es que, os ha tocado a vosotros vivir una madre diferente h
ijos,.... es lo que hay, soy una madre que no se ha conformado con el papel de madre que la sociedad impone. 

La vida me ha salido como me ha salido y he hecho lo que he sabido con mi ignorancia de vida; la elección de los padres de mis hijos no ha sido la mejor para llevar una vida tranquila y en paz, en lo que ellos no se han responsabilizado, ha recaído en vosotros y en mí, pero con otra elección, no hubierais nacido y a mí me gusta que lo hayáis hecho. 

Ya se, tal vez yo como madre no he sido para vosotros lo mejor de la huerta, quizás hubiera sido mejor una madre más convencional, pero me repito, de otra manera, no hubierais nacido y no seríais como sois, porque la convivencia la hacéis conmigo y eso marca.

Igual echáis en falta una madre de las que se queda por las noches levantada para ver a que hora llegáis y si llegáis bien para después preguntaros pelos y señales de vuestra vida, pero a mí no me hace falta hacer eso, confío en vosotros y compartiréis lo que queráis compartir. Tenéis libertad y la usáis bien, así que no os voy a vigilare ni os voy a obligar a contarme lo que no me queréis contar.

Sé que no soy una madre que se queda en casa para haceros la cena, la comida y el desayuno con zumo de naranja y un "quieres algo más" incluido, os cuido de otra forma; os he ido haciendo independientes para que sepáis cuidaros solos cuando no esté yo.

Puede ser que os gustara tener una madre que os acompañara a comprar la ropa y os diga lo guapos que estáis con esto o aquello, pero esa no soy yo. Ya se, ya se que os suelo dar la petardada con "tira esa camiseta que está súper rota", pero es que hay veces que hay cosas de madre de otra generación, porque he nacido en otra generación y también sé que el "chicos toca aspiradora" es una de mis frases, junto con la de "ya habéis bajado a Luna". Soy una madre que ha tenido que haceros responsables por adelantado de vuestras vidas y sé que las cosas, para que pudieran salir adelante, han necesitado de vuestra responsabilidad precoz.

Igual es difícil vivir con una madre que comparte nuestra casa con amigos, familia o conocidos si hace falta y la "descomparte" con quienes la dificultan la vida, se la complican y no consigue estar feliz. Que te ignoren no es sano, que te ninguneen tampoco, que no te valoren, menos.

He sido una madre capaz de haber renunciado a la comodidad social por la libertad personal, la posición laboral por el tiempo y, aunque no os lo creáis, la pulcritud por el ocio. Vengo de limpiar de rodillas y con estropajo las baldosas del suelo de la cocina, de una casa en la que había una familia numerosa y había que organizarse bien, ordenar bien y limpiar bien para que no fuera un caos. Desaprender tiene un proceso, muchas veces de años y otras experiencias, algún día, cuando tengáis que desaprender cosas que os he enseñado, os daréis cuenta de ello, de que no es tan fácil salir de las creencias obsoletas o no importantes que el cerebro tiene como inamovibles.

Soy una madre a la que la han dado muchos motivos para hundirse, que ha vivido experiencias para estar hundida y sin embargo, la vida no la hunde, pero si la falta de amor. De eso he tenido bastante.

Hace falta dar poco amor cuando se permite que una madre tenga que dejar de atender a unos hijos por ir a ganarse el sustento. Hay poco amor cuando en vez de responsabilizarse en colaboración de los hijos, se echan balones fuera y encima se critica. Negar la tranquilidad del hogar donde crecen unos niños, esté quién esté con ellos, es falta de amor.

El no entendimiento de mi situación, el condicionamiento social en el que hemos estado y estamos, con unas reglas sociales impuestas o la falta de una visión de vida diferente y menos castradora, ha hecho pensar a más de una y de dos personas que pobres hijos, con esa madre como van a salir, … algo he debido hacer mal, porque habéis salido maravillosos.

La verdad es que se esperan cosas diferentes de una madre "como Dios manda", pero os he tocado yo. 
Yo, que soy como un poco desastre en algunas cosas, en ocasiones sin algunos miedos y eso nos traen consecuencias, que no sabéis por donde os voy a salir en otras, que cuento con vosotros como compañeros de vida, no solo como hijos (habéis sido mis grandes compañeros de viaje desde que nacisteis) y que aunque me queráis cambiar por otra madre más previsible, va a ser que no se puede.
No lo he tenido fácil ni lo tengo fácil, por ello, hago lo que puedo y creo, equivocada o no; os ha tocado acompañarme, no sólo ser hijos como les ha podido tocar a otros hijos de otras madres cuyas vidas han sido diferentes a la mía.
Lo único que me puede salvar de la hoguera de las "malas madres", es que os quiero mucho, en vuestra libertad, en la mía os quiero mucho, si eso sirve de atenuante.


Gracias mis hijos por ser mis grandes compañeros de viaje.



jueves, 11 de febrero de 2010

Viento de poniente

Camino cerrado 
eohpoesíaal que tu ánimo lleva, 
tapiado por los miedos, 
sin paso a los ajenos,
cercado por lo recuerdos 
de quién fuiste, 
de lo que hiciste, 
el daño que infringiste. 

Propósito de vida 
no ser quien eres, 
perderte en el vacío del silencio, 
silenciar el alma y retenerte, 
ser lo que no se es, 
para tras ello
llegar a quererte. 

Veo tus miedos, 
de viento de poniente
ya no son los míos, 
no los quiero en mí mente
ya bebí de ellos
y los transformé, 
en mis nieblas, 
mis impurezas, 
mi temor a no ser bella. 

Respiro profundo, 
me sereno, 
apartando de mí esos vientos
que quieren taparme de nuevo. 

Y sonrío 
y me río de verme en mí, 
en lo que soy y fui, 
sonriendo y riendo 
te veo a ti, no al otro, 
el que cierra con candados sus ventanas, evitando la luz de las mañanas. 

Encerrada, entre paredes,
tu vida canta para ser escuchada, 
más fuerte que los ladridos 
de los perros consentidos 
y que la voz de su pastor. 

martes, 9 de febrero de 2010

Quizás soñé

Creí que tu amor
me pertenecía
igual que la luz
pertenece al día,
soñé que tú me querías.

Sentí que tu piel
junto a la mía
vibraba al son de la vida
que entre tú y yo
se desbordaba y latía,
soñé que tú me sentías.

Soñé que no moriría
el cariño, el amor,
la verdad que en ti vivía,
el calor de la mirada,
la sonrisa encendida,
los abrazos, 
los te quiero,
y tu protección divina...
creo recordar que
quizás soñé
que te tenía.

domingo, 7 de febrero de 2010

Coseré

eohpoesía


Coseré las alas de mi hermana 
cansada por la espera,
la que no acaba,
cansada de andar 
para que cambie algo
o nada.

Coseré sus recuerdos
por el tiempo marchitados,
recuerdos de momentos blandos,
que aún no han pasado,
marchitados de esperar
a ser por la igualdad regados .

Coseré su corazón dañado,
remendado demasiado
por los dolores pesados,
dañado de amar
a quien no está a su lado
y desprecia su legado.

Coseré las alas
de este mundo perdido
entre las páginas
de su viejo libro,
perdido en su olvido
de lo que la mujer es
y siempre ha sido.

sábado, 6 de febrero de 2010

Delirios



Se me escapan los gemidos
enredada entre tu cuerpo
que me huele a lo salvaje
concediendo placer nuevo,
meciéndome entre tus dedos
que dibujan los compases
de mis ansias hacia ellos.

Te agarras a mi suave piel
y respiras de mi aliento,
retorciéndote en las ganas,
buscándome en mis silencios
que atesoran los deseos
que encienden tu cuerpo.

Y me observas complacido
por mi mirada lasciva
que te pide ambiciosa
otro beso interminable,
otra caricia en el íntimo,
otro despertar culpable
de todos nuestros delirios.

Y las sábanas sucias
adornan tu cuarto,
donde el tiempo se ha encogido,
pasando de largo,
inconsciente que se muere
entregado a los abrazos
que recubren las ganas
de perderte en mis espacios.

Continúo la vida mi Ángel de la Guarda.

jueves, 4 de febrero de 2010

Cansada



Cansancio de entrañas,
doloridas y quebradas,

remendadas con el dolor
que se esconde
en las miradas,
en las sonrisas
y en las palabras.

Cansada de retrocesos,
de avanzar hacia atrás
en cada paso del alma,
en el latido de un beso,
hastiada de comerse
sus adentros.

Abatida por reflejos
que no alcanza,
saturada de palabras
que se quedan en nada,
que no posan su mirada
y se desvanecen luego,
harta de esperar un sueño.

Con razón,
se le enoja el sentimiento,
se le pudre el descontento
de acumularlo en esquinas
amontonarlo en desvanes,
en recovecos del alma
donde me caben.

Desánimo del ánima
que vaga sola de nuevo,
arrastrando sus cadenas
que le atan al pescuezo
de las rotas esperanzas
de encontrar descanso eterno.

Si te vas

Si te vas 
me quedaré encogida,
arrugada,
quedaré esperándote,
con mis recuerdos en los bolsillos.

Me apartas de ti, 
para quedarme dormida, 
en coma mi alma 
nutriéndose de recuerdos 
que la alivian
por un efímero tiempo.

Y me quedo en mi orilla, 
acurrucada en mi cuerpo, 
abrazando mis rodillas, 
aguantando el frío aliento 
que de adentro se me escapa 
y se une con la brisa, 
que se funde con el viento.

Si tú te vas,
aceptaré tu ida,
igual que a la muerte
la acepta la vida.

Hasta siempre, mi Ángel de la Guarda.